La implementación de un centro de manejo de residuos provoca incertidumbre en la población que vive cerca. Por eso, hemos identificado 4 principales mitos que rodean a este proceso de acopio y recolección de residuos domiciliarios.

Mito 1: “Donde hay un centro de manejo de residuos hay ratones y bichos”
Uno de los focos de la autoridad pública es fiscalizar este tipo de implementaciones, razón por la cual la empresas que quieran instalarse deben cumplir con una serie de requerimientos. Si no lo hacen, corren el riesgo de ser multadas y hasta cerradas. En general, estos proyectos contemplan fumigaciones constantes que incluyen el manejo que pudieran tener a los insecticidas.
Por tanto, mito derribado.

Mito 2: “Siempre hay mal olor donde hay un centro de manejo de residuos”
Otra de las preocupaciones de las personas es la posibilidad en la emanación de malos olores. Sin embargo, la tecnología utilizada en estos proyectos y la gran fiscalización pública, hacen que esto no sea real. De hecho, se realizan constantes estudios de olfatometría dinámica, de acuerdo a la NCh 3.910, para el control de aromas.
Por tanto, mito derribado.

Mito 3: “Los centro de manejo de residuos empobrecen a la región donde se instalan”
Todo lo contrario. Por una parte, llegan a ofrecer trabajo calificado y no calificado al sector, lo cual baja el nivel de desempleo, otorgando una mejor calidad de vida a los vecinos. Y por otra, las empresas ven con buenos ojos contar con un centro de manejo de residuos cerca, ya que les soluciona el problema de los desechos que ellas mismas generan. Por tanto, una región con este tipo de instalaciones, se hace más atractiva para invertir en ellas.
Por tanto, mito derribado.